El 40% de los pacientes con Apnea Obstructiva del Sueño no utiliza correctamente el tratamiento con CPAP
- Apnea del Sueño
La presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) es una de las principales líneas de tratamiento para la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS), uno de los trastornos respiratorios más frecuentes que pueden aparecer durante el sueño. Este trastorno, entre otros efectos, puede producir una disminución de los niveles de oxígeno en sangre. Por ello, una adherencia al tratamiento es fundamental ya que influye en la mejora de la sintomatología y en la prevención de posibles efectos adversos. Con el objetivo de ayudar a los pacientes respiratorios a comprender los distintos aspectos relacionados con su patología y su tratamiento, VitalAire ha puesto en marcha Inspira360, un canal de contenidos audiovisuales.
El 40% de los pacientes con Apnea Obstructiva del Sueño no utiliza correctamente la CPAP
En este sentido, Iñaki Martín, director médico de VitalAire, ha manifestado que “el uso de la CPAP permite al paciente con AOS obtener un sueño reparador y una mejor calidad de vida”. Sin embargo, el 40% de los pacientes con esta enfermedad no utiliza correctamente la CPAP. Además, el mismo porcentaje de pacientes reconoce abandonar esta terapia durante el trascurso de los años. Por ello, los expertos destacan la necesidad de ayudar a los pacientes en los primeros momentos de la terapia para que hagan un uso correcto de la misma. “La CPAP no es un tratamiento curativo, solo tiene efecto cuando se utiliza. Por tanto, la terapia debe usarse todas las noches durante al menos cuatro horas para evitar que vuelvan aparecer apneas y el resto de los síntomas”, ha señalado, Mª Ángeles Vives, fisioterapeuta de VitalAire.
Así, la mascarilla se convierte en un elemento indispensable en el tratamiento de la AOS y otras patologías respiratorias. Según Martín, una colocación correcta de la mascarilla es un paso crucial para garantizar la efectividad del tratamiento. “En VitalAire disponemos de un catálogo de diferentes modelos y tallas que adaptamos en función de las necesitades de cada paciente. Es decir, mascarillas nasales, nasobucales, ojivas nasales, mascarillas hipoalergénicas de gel y mentonera”, ha apuntado Vives.
Según Martín, una colocación correcta de la mascarilla es un paso crucial para garantizar la efectividad del tratamiento
Ambos expertos han destacado que las mascarillas nasales son las que más se utilizan para el tratamiento de la AOS, ya que únicamente cubre la zona de la nariz. Esta mascarilla tiene un espacio anatómico pequeño, tiene menos fugas y supone mayor comodidad para los pacientes.
Finalmente, Vives destaca la necesidad de dar solución a los problemas de adaptación que puedan tener los pacientes con los diferentes tipos de mascarilla. Según la fisioterapeuta, las dificultades más comunes que experimentan los pacientes son: irritación o lesiones cutáneas en las zonas de contacto de la mascarilla, sujeciones demasiado apretadas o sueltas, fugas, congestión nasal y sequedad; y, por último, irritación de ojos. “En general, es recomendable que los pacientes realicen lavados nasales antes de colocarse la mascarilla para evitar la sensación de sequedad”, ha puntualizado. Asimismo, ha añadido que “en lo respectivo a la CPAP, la paciencia es nuestro mejor aliado. En ocasiones, hacen falta hasta 2 o 3 semanas para empezar a adaptarse”.
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